Cómo investigadores vincularon los asesinatos en Texas en una tienda de yogurt de 1991 a asesino serial del Heartland

La conexión entre el caso de la tienda de Yogurt y Robert Brashers comenzó a finales de junio,...
La conexión entre el caso de la tienda de Yogurt y Robert Brashers comenzó a finales de junio, cuando nuevas pruebas de un casquillo de bala .380 encontrado en la escena coincidieron con un homicidio sin resolver de 1998 en Kentucky. (KFVS)
Publicado: 2 oct 2025, 10:44 GMT-5
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SURESTE Mo. (Telemundo Heartland) - Toda la evidencia la escena de los asesinatos de cuatro adolescentes de Texas de 1991 apuntan a una persona, Robert Eugene Brashers, un nombre que escuchamos por primera vez en el 2018.

Brashers fue identificado como el asesino de Sherri y Megan Scherer en Portageville, Mo, en 1998.

Ahora, autoridades en Austin, Texas lo nombraron el sospechoso principal del caso conocido alrededor del mundo como “The Yogurt Shop Murders”.

Amy Ayers, 13, Sarah Harbison, 15, Jennifer Harbison y Eliza Thomas, ambas de 17 años, fueron encontradas muertas a tiros, amarradas con su propia ropa y luego el edificio fue incendiado.

Dos hombres jóvenes pasaron tiempo en prisión por el crimen, pero evidencia de ADN los liberó posteriormente.

Actualmente, estamos descubriendo un vínculo de ADN poco común y un solo casquillo se convirtió en el gran avance por el que las autoridades de Austin han estado trabajando durante más de tres décadas.

Kathy Sweeney contactó con la familia Scherer y con la hija del asesino. Ambas partes expresaron no estar sorprendidas con que Robert Brasher tenga más víctimas.

“Gracias a la ciencia, a los detectives y a la ciudad, finalmente tenemos una respuesta”, dijo el detective Dan Jackson, investigador principal del caso.

Con esto, el alcalde de Austin expresó que su ciudad puede tomar un gran suspiro y ganar de nuevo algo de la inocencia perdida cuando cuatro adolescentes fueron asesinados el diciembre de 1991.

Jackson dijo que se produjeron grandes avances con el caso del “Yogurt Shop” este verano y que los llevó a una a una coincidencia de ADN Y-STR de Robert Brashers con raspaduras de debajo de las uñas de la víctima Amy Ayers.

“Lamento que haya tardado 34 años en llegar hasta aquí. Pero aquí estamos ahora. Los últimos momentos de Amy en esta tierra fueron para resolver este caso por nosotros. Gracias a su lucha”.

La conexión entre el caso de la tienda de Yogurt y Robert Brashers comenzó a finales de junio, cuando nuevas pruebas de un casquillo de bala .380 encontrado en la escena coincidieron con un homicidio sin resolver de 1998 en Kentucky.

El detective Jackson dijo que mientras trabajaban para comparar la evidencia de ambos casos, también decidió preguntar a los laboratorios que hicieran perfilados Y-STR a través del país para que buscaran manualmente en sus bases de datos para compararla con el perfil de Austin.

Encontraron una coincidencia con Greenville, Carolina del Sur, y el asesinato de Genevieve Zitricki en 1991.

Nos informaron que, en el 2006, el ADN del caso de Zitricki fue vinculado a los asesinatos de Sherri y Megan Scherer de 1998.

Jackson dijo que cuando Brashers se suicidó en el 1999 durante un enfrentamiento con la policía en Kennett, usó una pistola de respaldo marca AMT, modelo .380, la misma marca y modelo que la pistola utilizada en los asesinatos de Austin, Texas y Kentucky.

Jackson expresó que creen que es la misma arma, pero que no están seguros al 100 por ciento.

Kathy Sweeney contactó con Steven Scherer, quien perdió a su madre Sherri y su hermana Megan en 1998.

Dijo que su familia se enteró el viernes pasado por la noche que el hombre que destrozó a su familia sería nombrado el sospechoso de la tienda de yogurt.

Scherer dijo que no estaba sorprendido y que espera que más crímenes sean vinculados a Brashers con el paso del tiempo.

Kathy Sweeney también contactó con Deborah Brashers, hija del asesino.

Habían hablado en el 2019.

Se enteró de que su padre había vuelto a ser noticia cuando los periodistas comenzaron a comunicarse con ella hace tres días.

Deborah dijo que siempre pensó que habría más víctimas y que siempre querrá saber por qué su padre hizo lo que hizo.

En Austin, las autoridades dicen que su trabajo continúa, pero esperan que la comunidad pueda comenzar a sanar.