Cómo aumentan sigilosamente los costos de los servicios de suscripción

CAPE GIRARDEAU, Mo. (Telemundo Heartland) - Datos de Ampere Markets revelaron que en la actualidad hay más subscripciones a servicios de transmisión de vídeo que personas en los Estados Unidos.

Un pago fácil, una vez al mes, para acceder a miles de títulos de entretenimiento en cualquier momento y en cualquier lugar parece una buena oferta.

Cuando esa suscripción se convierte uno de varios pagos mensuales, las cosas son complicadas.

El planificador financiero certificado Derieck Hodges lo comparó con llenar una mochila en una escalada.

“Si sales de excursión lo suficientemente larga, te encuentras cosas constantemente y dices: ‘Quiero llevar esto, quiero llevar aquello’. Y estos objetos aparentemente pequeños, diminutos y ligeros terminan haciendo que tu mochila sea muy, muy pesada. Empieza a hundirse en tus hombros y espalda, y lo notas”.

El costo de una suscripción es mínimo. Sin embargo, el costo de varias puede ser substancial.

“Una suscripción de $15 o $20 al mes, probablemente para la mayoría de la gente, no es gran cosa. Si acumulas seis u ocho al mes, de repente, te encuentras con una buena inversión, y empieza a desbordar otras partidas de tu presupuesto. Es como esa mochila pesada; tu mochila económica es pesada”.

Hodges explicó que la razón por la que las personas escogen tantas subscripciones a la misma vez es más que conveniencia.

“Quienes venden esto han pasado de un modelo de venta a uno de ‘Queremos que licencien nuestro servicio y nuestro producto’”, explicó Hodges. “Es un cambio de modelo”.

Una vez que ese modelo cambie, será más difícil elegir comprar cosas para tener que suscribirse.

“Así es como se vende ahora. Recuerdo cuando se compraba software. Ahora es una suscripción mensual. Ni siquiera sé si tenemos mucha voz y voto en eso”

Esto hace que sea más complicado para los consumidores mantener las suscripciones bajo control.

“Nos volvemos pegajosos. Nos cuesta más dejar esos servicios, así que hay que cambiar un poco el comportamiento”.

Hodges dijo que hay algunos trucos mentales que las personas pueden practicar, como configurar un recordatorio en el calendario para cuando la suscripción vaya a renovarse y tomarse el tiempo para verificar los números.

“Programa una reunión contigo mismo cada mes. Siéntate y evalúa, revisa tu chequera, revisa los extractos de tu tarjeta de crédito, ¿dónde están esas suscripciones?”, dijo Hodges. “¿Me resulta atractivo? ¿De verdad vale la pena?”

Hodges sugirió que las personas consideren si preferirían que ese dinero se destine a otra cosa.

“Si fijas una suscripción de $25 al mes, son $300 al año; durante diez años, son $3,000. ¿Y si dijeras: ‘¿Quiero hacer un crucero cada diez años?’ La opción es suscribirte o ahorrar ese dinero”.

Entonces, ponga el objetivo en vista de todos.

“Cuando tengas esas reuniones de presupuesto, ten una foto de algo atractivo, como ese crucero, y toma la decisión en ese momento”.

Mientras que hay aplicaciones que ayudan a mantenerse al tanto de las suscripciones, Hodges destacó que estas pueden convertirse en otra suscripción.

“El único problema es que es un servicio más por el que estás pagando. Podrían ser importantes y necesarios si no logras establecer controles. Mi primera opción sería programar una reunión contigo mismo”.

Hodges dijo que hay que darles un intento a las cosas sin ayuda antes de decidir buscar ayuda externa.

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