Habla la madre del niño de 12 años que murió en el incendio de una casa en Poplar Bluff

POPLAR BLUFF, Mo. (Telemundo Heartland) - “Era muy inocente y muy sociable, yo digo que a veces era demasiado pura para este mundo,” afirma Dilcia Cantarero Resnik.

Resnik se refiere a su hija Karolina, de 12 años, que perdió la vida trágicamente cuando la casa de su familia se incendió el 8 de septiembre. Ahora, su madre comparte su historia y cómo quiere que se recuerde a Karolina.

Una artista, una fashionista y una cara sonriente para todos con los que se cruzaba.

“Se le daba genial, tenía talento, no necesitaba hablar para expresarse,” dijo Resnik.

La madre de Karolina ha pasado las últimas semanas repasando las casi siete mil fotos que tiene de su hija.

“Las vuelvo a ver y sé que mi hija vivió la vida al máximo, y yo hice que eso fuera posible,” dijo Resnik.

Karolina era autista y no hablaba. Su madre pasó doce años siendo su defensora y modelo a seguir.

“Yo fui su maestra y todo lo que le enseñé, en eso se convertirá,” dijo Resnik. “Y pasé mucho tiempo haciéndome una mini-yo.”

Tanto, que incluso montó un negocio, Karolina’s Boutique, en 2021. Allí vende diseños de mamá y yo creados por la propia Karolina.

“Pensé que era algo que se le daría bien en el futuro, y que ella lo gestionaría, y simplemente algo que darle para que ella lo tuviera,” dijo Resnik.

Ser fashionista era lo que más le gustaba, pero tenía otro amor. Aunque no decía mucho, las pocas palabras que pronunciaba incluían mamá, papá, pizza y hamburguesa.

“Tenía una cuenta de Pizza Hut que era como $76. Ella pidió, pizza, alitas, Pepsi,” dijo Resnik.

Su madre se reía al hablar del amor por Doordash de una niña a la que nunca le gustó la electrónica.

“Miré mi cuenta bancaria y vi McDonald’s, Pizza Hut y Pizza Inn,” cuenta Resnik. “Y me dije: ‘Dios mío, Karolina, no podemos seguir haciendo esto’.”

Y aunque puede sonreír ante los recuerdos, dice que cada día es una pesadilla, esperando despertarse y que su preciosa Karolina esté de vuelta.

“Siento que ella era mi propósito y que Dios me la había dado como un regalo para que la cuidara,” dice. “Así que ahora siento que el propósito que tenía ha desaparecido.”

La familia también perdió su casa en el incendio y la Boutique de Karolina ha quedado en suspenso mientras su madre trabaja para encontrar un lugar permanente donde vivir.

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